Es muy frecuente escuchar comentarios sobre personas diciendo que tienen la autoestima muy baja pero si les preguntáramos qué es la autoestima, no sabrían muy bien qué responder. Cuando hablamos de autoestima nos referimos a la valoración positiva o negativa que tenemos de nosotros mismos y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones, impresiones y experiencias sobre nosotros mismos. Por tanto, podemos definir la autoestima como los sentimientos de aceptación y aprecio hacia nosotros mismos que, a su vez, se relacionan estrechamente con los sentimientos de competencia y valía personal.

 

Entendemos que si tener poca autoestima, es negativo porque repercute de forma perjudicial en nuestras vidas, generando malestar emocional porque nos hace más vulnerables a padecer determinados problemas psicológicos (depresión, dificultades en habilidades de comunicación, irritabilidad, cambios bruscos de humor, estrés…) y dificulta que podamos tomar decisiones, relacionarnos, afrontar las adversidades, etc. Por el contrario, pese a lo que se considera habitualmente, tener autoestima alta no siempre es beneficioso porque puede hacer que la persona tenga tan elevada su autoestima que se sienta superior a los demás, que considere que todo lo hace bien y que nunca se equivoca, que carezca de la capacidad de empatía para ponerse en el lugar del otro… Como en casi todo en la vida, en el punto medio está la virtud.

La autoestima se genera desde que somos pequeños. El papel de la familia es fundamental porque si a un niño le decimos reiteradamente “que tonto eres” o no valoramos sus logros, se va sentir realmente tonto e inútil –evidentemente, sin serlo – y va a dejar de hacer las cosas porque para él no va a tener sentido hacerlo bien porque no se le valora ni motiva. Sin embargo, si a un niño le decimos que vale muchísimo, se sentirá capaz de hacer las cosas cada día mejor.

Además de las experiencias tempranas, otros factores están relacionados con nuestra autoestima a lo largo de la vida. Por ejemplo, personas con sobrepeso en una sociedad en las que de forma lamentable tener “buena” imagen se ha convertido en una prioridad, que una pareja nos deje y pensemos que es porque nosotr@s no valemos, que nos despidan del trabajo y creamos que somos incompetentes. Son múltiples las creencias erróneas que influyen de forma positiva o negativa en nuestra autoestima. En las situaciones que acabamos de mencionar, podríamos mejorar nuestra autoestima si en lugar de pensar que nos tenemos una buena imagen, que no valemos, que somos incompetentes…pensáramos que la imagen solo es una parte de todo lo que somos y que nadie tiene derecho a menospreciarnos por nuestro físico, que nuestra pareja nos puede dejar porque ya no siente lo mismo pero eso no quiere decir que no seamos personas interesantes para nosotr@s mism@s y para los demás, que nos despidan de un trabajo no implica que hayamos hecho mal las cosas o que podemos aprender y mejorar.

A continuación, os facilito algunas recomendaciones que pueden ayudar para mejorar vuestra autoestima:

• Céntrate en lo que sabes hacer y en las cualidades y habilidades en las que destacas.
• Evita compararte con los demás. Cada persona es única y maravillosa y todos tenemos aspectos que mejorar y aspectos que nos hacen sentir muy bien.
• No busques la perfección. Lo importante es intentar aprender y hacer las cosas bien, aunque al principio no salgan como nos gustaría.
• Siéntete bien por intentar hacer cosas que suponen un reto para ti, y no compitas contigo mismo ni con los demás. Hacer lo que uno puede, es lo importante.
• Aprende de las personas y circunstancias que te rodean y, si te equivocas, no te preocupes, porque la próxima vez saldrá mejor.
• Si cometes errores o te equivocas, no te preocupes. Cometer errores o equivocarnos, nos ocurre a todos y no nos debe paralizar. Todo lo contrario, aprendemos de los errores.
• No te arrepientas de lo haces o intentas o de lo que podría haber sido y no ha sido. Por tanto, siempre nos quedará la gran satisfacción de haber intentado lograr nuestros propósitos.
• Expresa tus opiniones, ideas y sentimientos porque no son ni mejores ni peores que las de los demás.
• Identifica los comentarios de las personas que quieren ayudarte y no los consideres como críticas destructivas.
• Realiza actividades que te relajan y te hacen sentir bien: pasear, hacer ejercicio, leer, quedar con amigos…
• Utiliza y date pensamientos que nos ayuden a motivarnos y sentirnos bien con nosotros mismos: «me gusta como soy, aunque tenga que mejorar alguna cosa», «me gusta intentar cosas nuevas y aprender, aunque al principio, no me salga del todo bien», «nadie es perfecto», «me quiero con mis virtudes y mis defectos», «si yo me quiero y respeto, los demás harán lo mismo», «no pasa nada si me equivoco. Puedo mejorar»…
Espero que estos consejos os ayuden a tener más autoestima. Ya nos contaréis si han sido de vuestro interés y qué resultado os han dado. Ya sabéis, nadie es quién para juzgarnos ni tampoco nosotros debemos ser jueces durísimos con nosotr@s mism@s. La perfección no existe y lo importante es intentar hacer las cosas lo mejor que sabemos y valorarnos y querernos a nosotr@s mismos con nuestras virtudes y defectos.

Consuelo Tomás, psicóloga especialista en psicología clínica y adicciones
www. tratamientospsicologicos.es y www. adiccionesvalencia.es
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