Jueves 21 y viernes 22, a las 20.00h en el Aula Magna del Campus de Gandia UPV

Novembre, el histórico festival de jazz de la Universitat Politècnica de València (UPV), celebra su vigésimo sexta edición en los tres Campus de la UPV; este año el festival presenta diferentes contrastes: juventud frente a veteranía, jazz clásico frente a jazz de experimentación, jazz de raíces valencianas o incluso mediterráneas frente a jazz internacional.

 

Nota de Prensa

En el Campus de Gandia de la UPV tendremos dos conciertos, el jueves 21 y el viernes 22 de noviembre, a las 20.00 h en el Aula Magna. La entrada es libre y gratuita.

 

El dia 21 actuarán Ales Cesarini & Payoh Soul Rebel. Ales Cesarini es uno de los contrabajistas más activos y solicitados de nuestra escena. Su música más personal cuenta con un cómplice inclasificable, el cantante Payoh Soul Rebel, con quien se adentra en un rico mundo de hibridaciones, desde el reggae a la electrónica.

 

El proyecto de Ales Cesarini es una amalgama de estilos proveniente de la unión de las inquietudes musicales de sus miembros. El gusto por la música impresionista de Baptiste Bailey al piano, la fusión de World Music y ritmos mozarabes de David Gadea a la percusión, el Jazz minimalista y el Roots Rock Reggae en el bass line de Ales Cesarini y la mezcla entre Soul, Dancehall y Funk en la voz y las letras de Payoh Soul Rebel, dan forma al personal sonido de este cuarteto arropado por la maestría y la paciencia de Javier Vercher en el saxo y a los mandos de la grabación en su evocador estudio de Pannonica Vintage.

 

El día 22 podremos disfrutar de «Carlos Gonzálbez Trío, que en 2019 celebra su 40 aniversario.

 

Gonzálbez es el pionero y referencia indiscutible de todo el movimiento jazzístico generado en la Comunidad Valenciana en los últimos 30 años. Carlos presenta en esta ocasión su nuevo trío, apoyándose en la experiencia y calidad inapelable del contrabajista barcelonés Mario Rossy y en la juventud y versatilidad del batería gandiense Guillermo Soler.

 

Gonzálbez es un caso peculiar en el actual panorama jazzístico. Ajeno a las ansias de novedad, de mezclas imposibles y de modas pasajeras, ha sido siempre fiel a una forma de hacer música en la que ha ido volcando toda su experiencia y maestría hasta obtener un producto destilado de carácter esencial: nada sobra y nada falta. Todo está en su sitio.