Abogado, agricultor, economista, empresario, político, afín a los Jesuitas y comprometido con la sociedad.

 

 

Crea en Gandia el Círculo Obrero Católico. Sabe que tanto el arroz, como los frutales o la huerta necesitan agua y abre varios pozos en Gandía y en Tormos (su pueblo natal). Necesitan abonos para lo que funda “Cooperativas de consumo y ventas”. Allí podrán coger los que necesiten y pagarlos una vez recogida la cosecha y no tener que hipotecarla.

En 1900, junto al Padre Carlos Ferris, funda la Caja de Ahorros de Gandia para que los labradores no paguen interesen abusivos.

En 1901 cenando en su casa de Tormos con el Padre Ferris oyen los lamentos de un vecino, es un leproso al que su familia mantiene encerrado allí. Esa noche nace la idea de Fontilles. La leprosería “San Francisco de Borja”

Hacen propaganda para conseguir fondos, se les unen obispos, consiguen la aprobación del Vaticano, se ofrecen muchos médicos y crean un “Patronato” presidido por el Obispo de Valencia.

El día de la inauguración esperan 40.000 visitantes. El Capitán General ofrece tiendas para descansar o dormir. Y todo se viene abajo debido a la mala propaganda que les hace el médico de Ondara Pedro Ruano. Habla de contagios masivos, etc. y le siguen algunos alcaldes.

Funda la revista “La Lepra” que después se llamaría “Fontilles”. Se dedica a escribir artículos y consigue colaboración de las Cajas de Ahorros, de los jesuitas y de las terciarias franciscanas. Las personas que los visitan son la mejor propaganda que tienen.

Al poquísimo tiempo ya tenían 36 leprosos, enfermeros, cura y un médico. Los enfermos trabajan en la huerta, cocina, lavandería, panadería, gallinero, teatro, baile, … Por presiones tuvieron que levantar un muro que rodeaba el sanatorio. Un enfermo ya curado dice: “La muralla nos salvó del odio y terror que sentían hacia nosotros, pero a ellos les privó del mundo perfecto que nosotros hemos vivido”

Con el descenso de la enfermedad (en 1945 se fabricó “Sulfona”) ahora se dedica a organizar cursos para médicos, a formarlos para combatir la lepra en otros países, a enviar medicación a todo el mundo. Hay 106 países en los que sigue existiendo. En 2017 había 32 casos en España. Pero en contra de la fama que tiene esta enfermedad, sí se cura.

Joaquín Ballester fue Alcalde de Gandia y propuesto para Diputado; proyectó el ferrocarril Carcagente-Gandia-Denia y el de Silla-Gandia; fundó el Preventorio para niños tuberculosos de Gandia; construyó casitas para pobres en el balneario de Benasal… y murió en Gandia, totalmente pobre en 1951. Fue una persona conocida y reconocida durante el siglo XX, ahora casi nadie sabe quién era. Tiene abierto un proceso de canonización.

 

María Antonia Mantecón