QUIÉN SOY Y CÓMO NACIÓ ESTE PROYECTO:

 

Me llamo Maëla, tengo veinte años, nací en Alicante y actualmente estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual en la universidad Carlos III de Madrid. Hoy hace casi dos años que decidí comenzar este proyecto, con la idea de crear un documental audiovisual que diera voz a la historia
de Miguel y la de todas las víctimas olvidadas de la Transición española. Desde entonces he ido recopilando información, leyendo, mirando, buscando, preguntando, escribiendo … Hasta llegar a materializar todo aquello en este documental.

SINOPSIS: El 6 de octubre de 1977, Miguel Grau caía al suelo por el impacto de un ladrillo que había ido a parar directamente en su cabeza. Era la época de la Transición española, un período que se ha considerado como pacífico y modélico, pero que se desarrolló en un ambiente de intensa violencia y muertes injustas. Miguel era un vecino de Alicante, un joven estudiante y trabajador que aquella noche había salido a pegar carteles con sus compañeros para la Diada del País Valenciano. Un acto que le acabó costando la vida. Desde entonces, el dolor y rabia se hicieron colectivas, y Miguel pasó a convertirse en Miquel, un joven que murió por la defensa de la lengua y los derechos de los valencianos. El documental trata cuestiones como la violencia política de la Transición, la actuación de la justicia, el papel de la música con la creación de la canción de Al Tall «A Miquel Grau», los homenajes que se organizan cada año en Alicante en su recuerdo y la necesidad ineludible de recordar, todavía hoy, el asesinato de Miquel.

 

EL PORQUÉ DE ESTE DOCUMENTAL: Lo más importante es que el asesinato de Miquel no es un hecho aislado. No lo fue durante la Transición española, y no lo es hoy, cuando el odio y la intolerancia siguen matando con desprecio y de manera impune a los que en algún momento deciden manifestarse por reclamar sus propios derechos y exigir su libertad. La de Miquel es la historia de los olvidados, de los despreciados por el sistema, de la gente humilde y trabajadora, de la que sufre y de la que no tiene voz. Por eso, recordar historias como la de Miquel no es ningún acto de nostalgia o de exaltación hacia a su figura. Recordar su historia es también recordar nuestro pasado, reinterpretar el relato histórico oficial, observar los hechos con mirada crítica y analizar quiénes somos nosotros y cómo hemos llegado hasta aquí. Recordar nuestro pasado es una necesidad y un compromiso, es un derecho y una obligación. La de Miquel es también nuestra propia historia, y como herederos de ella debemos contarla, como una forma de responsabilidad con nuestro pasado y con el futuro de los que vendrán. Nosotros somos los responsables del presente que queremos construir y de la historia que queremos dejar escrita.

Maëla Sanmartín

 

Nota del a redacción: Maëla tiene 20 años y muchas inquietudes. Se contactó con nosotros y aquí esta una muestra. Gracias y no te detengas.